En Noviembre honramos a Santos y Difuntos y celebramos la tradición. Para estos días, la provincia volvió a abrir el turismo interno y nos preparamos para recibirlos a todos desde el amanecer de diciembre. Seguimos ayudándote a preparar la agenda de viaje.
A Jujuy Siempre se Vuelve
Cap.22
Hoy: Manos alfareras y tierra bendecida. Conoceremos, Santa Catalina y Casira.
Estamos en la Puna inhóspita, inmensa… y a la vez mágica, atrapante, misteriosa…
El sol parece caminar junto a nosotros cuando es de día y las estrellas se asoman tanto en las noches, que parece que podríamos agarrarlas.
El recorrido que se propone en este capítulo, acentúa el concepto de “turismo rural comunitario”. La posibilidad de ampliar la experiencia, compartiendo con los pobladores, que son parte del paisaje cultural de esta región.
El primer sitio e interés que nos presenta este recorrido, se encuentra, aproximadamente, a 22 kms. de La Quiaca. Se trata de la Capilla de Tafna.
Esta construcción es considerada una de las más importantes de la Puna, su construcción data de mediados del S.XIX. La caracterizan las dos torres que se ubican en ambos laterales, hechas en adobe sin pintar y la colección de varios oleos de la escuela cusqueña.
Continuamos por la Ruta Provincial 5 y tenemos que atravesar la enigmática Cuesta de Toquero. Es menester conversar con los lugareños sobre las leyendas que circundan a este lugar.
Luego de esta travesía, llegamos a Cieneguillas, nuestra segunda parada.
Se trata de una comunidad que ronda los 1200 habitantes. Viven de la cría de llamas y ovejas y actividades derivadas (venta de leche, lana y carnes).
La fe cristiana tiene una amplia celebración en este poblado: del 24 de enero, al 4 de febrero, celebran a Nuestra Señora de la Candelaria, con actividades sociales, culturales, deportivas y religiosas.
Por ser zona de frontera, el lugar cuenta, entre sus instituciones, con el Escuadrón XXI de Gendarmería Nacional.
Muchos visitantes del Monumento Natural Laguna de Pozuelos (que visitamos en capítulos anteriores), se hospedan en las hosterías que dependen de la Comisión Municipal.
“Cuando salí de La Quiaca, rumbo a Santa Catalina, tan solo escuché alabanzas de la tierra prometida”, reza la cueca de Arsenio Aguirre.
64 kms., aproximadamente 1 hora y media de viaje (en auto), es lo que llevamos recorriendo en los paisajes de la puna jujeña.
Santa Catalina es un poblado de origen minero, ubicada a 3700 mts. sobre el nivel del mar, cuenta con una población de unos 2300 habitantes.
En una recopilación de datos históricos, impulsada por la comisión municipal, establecieron como fecha de fundación el 25 de noviembre de 1547.
Ese día, también coincide con el festejo de las fiestas patronales y se honra a la Virgen de Santa Catalina de Alejandria. Es un día festivo para la comunidad ya que se festeja el cumpleaños del pueblo.
Se realiza un desfile en la que intervienen todas las instituciones de la comunidad. Hay actividades deportivas, en las que compiten todos los pueblos del departamento. Se realiza la feria “Ashka Llama” en la que participan los productores de la zona tanto del lado argentino como del sur boliviano.
Son para destacar la amabilidad y el carisma de las personas, características de todos los pueblos de la puna. En esta región, las comunidades se acompañan entres sí y participan de todas las actividades sociales y culturales de sus vecinos.
El insipiente desarrollo turístico tiene que ver que ver con el cercano paso de la nueva traza de la Ruta Nacional 40 (a 20 kms.).
Lo más llamativo es la Capilla de Santa Catalina de Alejandría. Esta construcción data del S. XVII. Se destaca en ella una torre de tres pisos, de forma telescópica sobre el dintel. Sus campanas datan de 1520, 1559 y 1880 y fueron traídas de España.
Mientras degustamos quesillo típico del lugar, podemos recordar, en voz y memoria de algún lugareño, la inolvidable actuación de Mercedes Sosa en 2001, momento en el que hizo vibrar el alma de 2000 asistentes, entre público del lugar y visitantes de otros puntos.
El 15 de agosto, se celebra la fiesta grande de pueblo: la celebración patronal en honor la Señora de Chinchillas. Desfiles de samilantes (hombres vestidos con plumas de suri), sikuris y procesión religiosa, son algunos de los matices de la fiesta, también es importante la fiesta en honor a la virgen de la Candelaria el día 2 de febrero.
Santa catalina cuenta con servicio de alojamiento turístico. Desde aquí podemos visitar el Valle de la Luna y El Angosto que cuenta con asombrosos paisajes lunares.
La Ruta Provincial 76, es el nexo de unión con nuestro próximo destino.
En Casira, nos esperan manos alfareras, que con manos “milagrosas”, crean figuras de arcilla únicas en apariencia y concepción.
El camino, con matices de colores pocas veces visto, se hace inmenso algunas veces y se reduce de a tramos, dándole una singular dinámica al recorrido.
En Casira viven alrededor de 190 personas. Las calles angostas del pueblo, se ven alteradas con la visita de compradores de los productos de arcilla: ollas, platos, jarrones, cazuelas, etc.
Se trata de un lugar habitado por hombres y mujeres que heredaron un conocimiento ancestral de cómo preparar el barro, las arcillas y como hacer recipientes como ollas, birques, yuros, tinajas y bandejas . Ellos viven en casas de adobe con techos de barro y paja una arquitectura típicamente andina dominada por los colores de la tierra.
Su alfarería es única en el país y por eso cuenta con un sello de origen que certifica su calidad y originalidad.
A fines de agosto, se le rinde culto a la patrona del pueblo: Santa Rosa de Lima. Es emotiva la procesión por las calles del pueblo, con lento andar y el profundo acompañamiento de bandas de sikuris y su peculiar sonido.
La historia cuenta que, en 1955, esta imagen fue traída a Casira desde Perú, al igual que las campanas del templo.
En el suelo de este pueblo abunda la rica rica, planta medicinal que se caracteriza por su color y su aroma con un olor muy particular. Tiene milagrosas propiedades medicinales, sus flores son de color violeta y se las puede ver en el mes de octubre.
Demás está recomendar que no se vayan sin comprar algunos de los productos que ofrecen en ese pueblo.
Este viaje se hizo por rutas provinciales, pero… el nuevo trazado de la Ruta Nacional 40, puede ser nexo entre las comunidades que hoy visitamos y La Quiaca, punto de partida.
Estamos cerca de completar el recorrido por toda la provincia. La guía viajera de muchos que no conoces Jujuy, o de los que solo conocían algunas partes, va quedando armada.
Ponemos toda nuestra fe y esperanzas en que, pronto, se vayan adecuando soluciones para poder retomar la “normalidad” y recorrer nuestra provincia presencialmente. Antes del final, hay más Puna por descubrir. Será, hasta el próximo capítulo.