“Septiembre ha llegado otra vez”… (1) y nuestra provincia florece. En cada flor de lapacho, renace la esperanza de reencontrarnos pronto. Nuestro viaje continúa. Seguimos desandando senderos en la Quebrada de Humahuaca.
A Jujuy Siempre se Vuelve
Capítulo 15
Hoy: Independencia pintada de 14 colores
Comenzamos un nuevo capítulo en el andar por Jujuy. Y no es un capítulo cualquiera. Recorreremos las calles, senderos y paisajes de Humahuaca, la capital histórica de la Quebrada. Tierra de batallas y gesta independentista.
Sus pintorescas callecitas empedradas, iluminadas por faroles de hierro forjado, evocan a tiempos coloniales.
Si bien recibe turismo durante todo el año, es en la temporada estival, donde las pequeñas calles y cada rincón de la ciudad, se ven colmados de visitantes.
Para agasajar a propios y visitantes, hace 35 años nació “El Alborozo Humahuaqueño”, un entramado de actividades culturales, para divulgar nuestra cultura a quienes tienen la posibilidad de vivirlo.
Si vas a visitar Humahuaca en enero o febrero… Llevá ropa carnavalera, más de un par de zapatillas, y muchas ganas de diviertirte.
Algunas de las fiestas que vas a poder disfrutar son: Festival de la Chicha y la Copla, Festival del Ovino y la Copla (paraje Ronque), Festival de la Caja y la Copla (Rodero), Encuentro Provincial de Artistas Plásticos, Festival del Queso y la Cabra (Chorrillos), Festival Nacional del Carnavalito, entre otras expresiones que amalgaman música, baile, gastronomía…
Humahuaca realiza su expresión de fe en febrero, cuando toda la ciudad, junto a visitantes de diversos puntos cardinales, honran a Nuestra Señora de la Candelaria, patrona de la ciudad.
En la víspera al día de la patrona, se moviliza un hecho singular: cientos de gauchos, de diversas localidades, se congregan en San Salvador, para marchar a caballo desde allí a Humahuaca, para realizarle la guardia de honor a la Virgen de la Candelaria.
La fiesta se vive con profunda fe y alegría. Desfile cívico-militar y gaucho, festival folklórico y, por supuesto, una multitudinaria misa.
Su Iglesia Nuestra Señora de la Candelaria y San Antonio, declarada Monumento Histórico Nacional, data del año 1641, se destaca por sus pinturas de la escuela cusqueña.
En esta ciudad, particularmente, se respira historia por doquier. Caminar sus calles es encontrar a cada paso, un sentido de libertad y pertenencia.
El antiguo cabildo de Humahuaca es conocido por una torre-reloj, donde cada mediodía sale la imagen de San Francisco Solano a bendecir al pueblo.
Frente a este edificio, se encuentra el ícono de la ciudad: el Monumento a los Héroes de la Independencia y al Ejército del Norte, homenaje a los nativos de la Quebrada, por su lucha en pos de la Independencia.
Junto al monumento se puede observar la Torre Santa Bárbara, una construcción de adobe que fue un campanario de una antigua Iglesia homónima construida en el año 1595 por los jesuitas.
Y como ciudad histórica, atesora en museos, esos “pedacitos de tiempo”.
Entre sus museos se destacan: el Folklórico Regional, el de Arte “Fernández Mar”, Arqueológico Municipal y Dr. Justiniano Torres Aparicio.
Como en todo el norte, la fiesta más alegre es el carnaval. Cada febrero, el color se adueña de calles, casas y espíritus. Comparsas, fortines, clubes, escuelas… en todos lados se desata la algarabía del diablo.
Particularidades como “el topamiento” de la comparsa Los Cholos, en el cual los hombres se reúnen en la casa encantada y, luego de la bomba que marca oficia de señal, bajan bailando para “toparse” (encontrarse) con las comadres. La leyenda de la casa encantada, es una historia de amor, que con todo gusto te contará un humahuaqueño.
Las invitaciones, son otra característica vigente en esta ciudad. El público accede a un fortín o comparsa y puede comer (generalmente asado de cordero o picante de pollo) de forma gratuita, abonando solo la bebida.
Uno de los carnavales más alegres, donde disfruta toda la familia es, sin dudas, el de Humahuaca.
Luego de alimentar nuestros conocimientos, es hora de ponernos ropa cómoda, alivianar la mochila, preparar el equipo de mate, cargar mucha agua y… lanzarnos a la aventura.
El atractivo principal en estos lares, de un tiempo a esta parte, son las Serranías del Hornocal o Cerro de los 14 Colores. Lo recomendable en este caso, y por más tentador que sea, es no hacerlo por cuenta propia, sino con los guías del lugar. Los encontramos a dos cuadras del mercado, antes de llegar al puente.
Accedemos a este fabuloso paisaje por la ruta provincial 73 (de ripio). Luego de recorrer 25 kms. (aproximadamente 45 minutos de viaje) llegamos al mirador ubicado a 4350 mts. de altura. La combinación de colores se debe a la formación sedimentaria del lugar compuesta por el yacoraite, que es una piedra caliza que toma diferentes colores según la oxidación que reciba.
Recomendaciones: no esperar a llegar para disfrutar, el paisaje del camino es único. Una vez arriba, tener en cuenta que, si bajan al sendero, a la vuelta se pueden sentir síntomas de apunamiento. Es sugerible tener hojas de coca a mano… La mejor vista de estas serranías es por la tarde, cuando el sol las ilumina completamente.
El recorrido continúa por Serranías Peñas Blancas, ubicada a 2 km de Humahuaca. Se trata de un yacimiento arqueológico; la zona está cubierta por ruinas de viviendas, andenes de cultivos, pequeños silos subterráneos y tumbas cilíndricas excavadas en el suelo.
Desde aquí, también es posible realizar recorridos hacia los andenes de cultivo de Coctaca, las comunidades originarias Hornaditas y Ocumazo (que visitaremos en los próximos capítulos).
Coctaca se ubica a 10 km de Humahuaca, actualmente cuenta con sólo 180 habitantes, y es uno de los yacimientos arqueológicos más importantes del Noroeste Argentino.
Se destacan las terrazas de cultivo o andenes, construidas por la civilización Omaguaca. Las mismas tenían paredes con una altura media de aproximadamente un metro, y formaban espacios cuadrangulares de 4 o 5 metros de lado. Estas terrazas contaban con canales de riego que dan cuenta de un avanzado esquema de producción agrícola.
Las paredes brindaban reparo contra los vientos y además las piedras calentadas por el sol durante el día, acumulaban energía calórica que luego era cedida durante la noche, ayudando elevar la temperatura generando un microclima que hacía posible que prosperen los cultivos.
Los cultivos aquí producidos alimentaban una población de 10 mil habitantes, sirviendo además para el comercio con otras culturas como la incaica o santamariana.
Todos los años se celebra el Encuentro de las Mujeres Andinas, que es un festival de cocina andina popular.
Hicimos un recorrido en el tiempo. Calles, faroles, museos, aromas y sabores, que cuentan historias. Los paisajes nos dejaron exhaustos de asombro. Humahuaca nos invita a descansar.
Será, hasta el próximo capítulo.
Citas:
- Fragmento de la canción: “En septiembre tu fuiste mia”.