𝗔 𝗝𝗨𝗝𝗨𝗬 𝗦𝗜𝗘𝗠𝗣𝗥𝗘 𝗦𝗘 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗩𝗘
En el marco de la pandemia COVID-19, pueblo y provincia lograron que se autorice a los jujeños, a partir del 22 de mayo, a realizar turismo interno.Pero vos, que sos jujeño y estás lejos; o vos, que no sos de allá, pero amas tanto a nuestra provincia como nosotros, no te vas a quedar sin disfrutar los paisajes, sabores, colores, sonidos… de Jujuy.Prepara los sentidos, así continua nuestra serie:
𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 4
HOY: 𝗘𝗦𝗘 𝗢𝗧𝗥𝗢 𝗝𝗨𝗝𝗨𝗬 (Continuación) 𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙡𝙖 𝙩𝙞𝙚𝙧𝙧𝙖 𝙮 𝙚𝙡 𝙘𝙞𝙚𝙡𝙤: 𝙚𝙡 𝙖𝙜𝙪𝙖.
Las promociones turísticas de nuestra provincia han llevado a viajeros, del país y del mundo, a maravillarse con el cerro Siete Colores, rescatar la historia en el Pucará, atesorar fotos únicas en las Salinas, deslumbrarse con el Hornocal, afianzar la fe en iglesias con siglos de historia…Pero en este momento del viaje, la propuesta es, vestirse lo más cómodo posible, cargar la mochila con gorros, protector solar, mucha agua, comida liviana y entregarse a la aventura. Vamos a ingresar a lugares que casi no figuran en los circuitos tradicionales, que no están en paquetes turísticos, pero que vivirán por siempre en la retina de los viajeros…Partimos desde San Salvador, avanzamos hasta Altos de la Viña, barrio con características de residencial (que tiene en sus terrenos uno de los hoteles más reconocidos de la provincia, con un mirador testigo de innumerables fotos). El camino que bordea al hotel, nos llevará a la ruta provincial 56.Carahunco, El Algarrobal, Los Blancos, Cucho… son localidades que irán quedando en el camino.En estos parajes, que apenas superan los cien habitantes cada uno, tienen una marcada importancia las fiestas patronales, los encuentros gauchos. Quien se llegue a participar de una de estas tertulias, podrá deleitarse con asados, quesos y fiambres de elaboración casera y los infaltables bollos y dulces, que se preparan para homenajear a los visitantes.En El Algarrobal, podemos toparnos con un encuentro con reminiscencia histórica: un partido de pato. Esa localidad posee una de las canchas que aún mantienen con vida ese deporte y allí se realizan torneos tanto provinciales como nacionales.En esta ruta hacemos un alto, para compartir algo que llama la atención de propios y extraños: en las Lajitas, cuando el camino está en pendiente, producto de la gravedad cero o vaya a saber que… ¡los autos suben solos! Sin ocupantes, con el motor apagado, en lugar de bajar, suben…Volvamos al viaje. Yendo por Ruta 56, nos toparemos, hacia la izquierda, con un desvío que nos sitúa en la Ruta Prov. 20. Ella, nos llevará a Las Capillas, un pintoresco y pequeño poblado, que se ubica previo a Las Escaleras, escenario de nuestro próximo destino.En esa pequeña localidad hay que dejar el vehículo y prepararse para emprender una caminata, por el margen del río Capillas, de aproximadamente 3 kms. Al final del camino, accedemos a La Cascada de las Escaleras.Se sugiere visitar el lugar de diciembre a marzo, fechas en las que se la ve con más agua, debido a que es temporada de lluvias; por ello debemos verificar el estado del camino antes de emprender la travesía.El sendero previo a la cascada, es elegido por jujeños y turistas para realizar ciclismo, trekking; como así también: cabalgatas y avistaje de aves.Antes, o después de maravillarse con el salto de agua y de refrescarse en la pileta que este forma a su caída, el visitante debe mimetizarse un instante con el poblado, su gente y sus costumbres gauchas, para cerrar así, una experiencia, sencillamente, inolvidable.Y así, transitamos nuevos caminos. Pusimos a prueba nuestro asombro. Descubrimos espacios de los que, ni siquiera, habíamos escuchado…Volvamos al descanso. Dejemos reposar nuestras retinas, que pronto, podrán atesorar más momentos.En este caso, invitamos al los viajeros a descansar en San Pedro de Jujuy. Desde allí, partiremos a las aventuras que serán parte de nuestro próximo capítulo.Hasta entonces…