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Se acerca agosto, la ceremonia profunda de la Pachamama, será distinta. Así lo fueron en este atípico año muchas celebraciones, pero para nosotros, honrar a la Pacha, trasciende a otras fiestas. En este capítulo, el viaje nos lleva por la Quebrada, hacia lo alto de la puna. Que lo disfruten…

A Jujuy siempre se vuelve

Capítulo 9

Adrenalina de altura

Amanecer en Purmamarca, debería ser considerado una maravilla mundial… O de esas cosas que uno tendría que hacer, cuanto menos, una vez en la vida.

Luego de desayunar, o preparar el equipo de mate, ¡no olvidar las tortillas! Estamos listos para comenzar una nueva aventura.

La Ruta Nacional 52 será la vía que nos acercará a nuestro próximo destino. Seguimos por allí hasta el cruce con la ruta 79. A 25 kms, encontramos la localidad de El Moreno.

Este poblado se encuentra establecido a 3600 mts. sobre el nivel del mar, flanqueados por el gigante Nevado del Chañi, atractivo principal de nuestra escapada de aventura.

Calles áridas, casas de adobe y barro, albergan a una población que apenas alanza los 150 habitantes. Son de lento andar y poco hablar, pero reciben a los turistas con mucha alegría y orgullo.

El turismo comunitario o rural, es una actividad creciente en el poblado: elaborar comidas regionales, compartir una jornada de trabajo y, primordialmente, escuchar las historias del lugar.

En El Moreno, habita la Comunidad Originaria Sol de Mayo, organización motivadora, entre otras cosas, de la Feria del Cambalache y Trueque. Este evento se organiza junto a la Red Puna (de entidades originarias) y hace más de 20 años, propicia el intercambio productivo entre más de 45 comunidades originarias.

Agosto es un mes en el que la comunidad refuerza la fé. Durante este mes, honran a la Virgen de las Nieves, con misa, procesión, almuerzos comunitarios, eventos culturales y sikuriadas (desfile de bandas de sikuris <ejecutantes del instrumento de viento llamado siku>).

En febrero, los lugareños y visitantes de otras latitudes, son testigos de uno de los grandes eventos culturales de la provincia: el festival denominado “Bajo el Nevados del Chañi” (este año se realizó la 20° edición), donde artistas locales de distintas áreas, revalorizan las riquezas culturales de la zona.

Cuando el viajero haga un alto en la aventura, acérquele un mate a alguna tejedora, que entre punto y punto, le irá desovillando alguna historia.

Aunque no todo el año es favorable para visitar el lugar, está a la clara que cuando podamos llegar, encontraremos actividades.

Entre lo paisajístico y lo gastronómico, todo Jujuy tiene una profunda historia de libertad e independencia. Y el Moreno, cuenta orgulloso la suya.

La importancia de la localidad comienza desde el punto de vista geográfico, ya que acá, se bifurcaba el Camino del Inca (tendremos un capítulo especial sobre el). Lo emotivo nos remite a 1816, luego de la jura de la Independencia en Tucumán. Para esa época, la Comandancia General de la Puna, al mando de Juan José Fernández Campero, tenía sede en El Moreno.

Luego de lo acontecido en Tucumán, el Congreso pide que todos los habitantes juren fidelidad a la independencia lograda. Fue entonces, cuando el Coronel Fernández Campero, redacta la proclama conocida como “La arenguita de Santa Rosa”.

Bajo esta proclama, el 30 de agosto de 1816, día de Santa Rosa de Lima, se llevó a cabo la jura, que exhortó a luchar contra el invasor y vivir en unión. El Chañi, fue testigo y centinela de este emotivo suceso.

Ahora, es momento de acercarnos al cielo. Vamos a mirar a la aventura a los ojos. Nos acercaremos al cerro Chañi, de 5896 mts de altura. Un gigante, cubierto de nieve.

Se recomienda no cargar mucho equipaje y, como sugerencia, si el recorrido se hace con un guía del lugar, la experiencia será completa.

Desde El Moreno, se debe continuar en algún vehículo doble tracción para luego de aproximadamente 30 kilómetros, arribar a Casa Mocha a 4.280 metros snm.

En Casa Mocha hay un refugio de montaña, llamado Flor de Pupusa (planta de la zona con propiedades medicinales para el mal de altura), cuyo propietario, un joven oriundo de lugar, llamado Armando Chuichuy,  puede brindar alojamiento, comidas típicas, artesanías (hechas  a mano con diferente fibra de lana), como así también acompañar a quienes intenten ascender el Nevado de Chañi.

Desde Casa Mocha, únicamente caminando durante aproximadamente 3 a 4 horas, se arriba a Jefatura de los Diablos, a 4960 metros sobre el nivel del mar, lugar donde se suele instalar el campamento de altura para ascender el Nevado de Chañi.

Jefatura de los Diablos es un antiguo asentamiento incaico, que se utilizaba 500 años atrás para explotar una mina de oro que existe en las inmediaciones.

Algunos montañistas en lugar de armar sus tiendas de campaña en el lugar, pernoctan en los refugios incaicos existentes, ya que algunos disponen de techo.

Luego de pasar la noche en Jefatura de los Diablos, viene el día esperado, el del ascenso a la cumbre del Nevado de Chañi, para lo cual es necesario superar casi 1000 metros de desnivel, lo cual insumirá entre 5 u 8 horas de tiempo, solo de ascenso. Es indispensable subir con el equipo adecuado, botas de alta montaña y bastante abrigo,  además, según la condiciones de la nieve, puede ser necesario llevar grampones y piolet.

Una de las excursiones que genera mayor adrenalina en nuestra provincia.

Pasamos por momentos de afecto con los pobladores, vimos paisajes que parecieran dibujados en tiempo y espacio, y subimos a una de las montañas más altas del norte.

Una vez más, es momento del merecido descanso, aún queda mucho Jujuy para descubrir.

Cima del Chañi. Foto: David Torres
El Chañi nevado Foto Armando Chuichuy
Vistas desde el Chañi. Foto: Mateo Gimenez
El Chañi visto desde El Moreno Armando Chuichuy
El Moreno Foto Armando Chuichuy

Mientras la provincia extrema los cuidados, ante el avance del Coronavirus, nosotros proponemos continuar este viaje virtual por nuestra provincia…

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 8

Paisaje, historia, aventura, carnaval… Bienvenidos a La Quebrada de Humahuaca

Hoy: Volcán, Tumbaya y Purmamarca

Amanecer entre montañas debería proclamarse como uno de los máximos placeres.

Bien descansados, nos preparamos para un viaje, que seguramente, no olvidaremos jamás…

9 km más delante de Bárcena, por Ruta Nacional 9, llegaremos “al pórtico de la Quebrada de Humahuaca”: Volcán…

Pueblo tristemente conocido a nivel nacional por el alud que, literalmente, lo sepultó en 2017.

Hoy, reconstruido, retomó su brillo habitual y está listo, para recibirlos, cuando se apacigüe la pandemia.

Cuenta con menos de 3000 habitantes, que reflejan la parsimonia, típica del norteño.

Casas sencillas, que asemejan a una fotografía guardada en el tiempo y la exestación de ferrocarril, forman el entramado principal del paraje.

En la Estación, se monta la Feria Campesina, popularmente conocida en los alrededores. Allí se pueden adquirir: productos elaborados en arcilla, cardones, cueros, piedra, lana de oveja y de llama, reproducciones de cerámicas y de grabados y pinturas de yacimientos arqueológicos. También encontramos quesos, tortillas, bollos y algún dulce casero.

Yendo desde San Salvador hacia el norte, se observa un montaje industrial que llama la atención: es el complejo Los Tilianes, dedicado a la explotación de cal. Este lugar es la principal fuente laboral de la zona.

Para comenzar a pasear por el pueblo, nos reunimos en la plaza 3 de abril. Desde allí partimos hacia la iglesia Virgen del Valle, recinto principal de las celebraciones patronales en noviembre.

Pasamos por el anfiteatro, escenario de las tertulias del lugar conmemorando fechas especiales.

Como siempre, con ropa cómoda, mochila liviana y mucha agua, es momento de desandar la aventura. 5 km de caminata nos sitúan en Chilcayoc, donde encontramos la laguna de Gronda, un espejo de agua, privado, al cual se puede acceder. Enmarcada entre cerros, nos da la posibilidad de tomar fotos “únicas”.

Al bajar de aquí, se puede observar la laguna, también privada (está dentro de la Finca de Ana María Bárcena), que tiene una particularidad: representa al mapa de Jujuy. Se ubica a 500 mts. del pueblo.

Al Oeste del pueblo, en la zona denominada el Antigal, la historia dejó un capítulo grabado en esas tierras: El Pucará de Volcán, el primero de la quebrada. No es fácil el acceso a esta construcción, ya que se sitúa a 2070 m.s.n.m. Se trata de un grupo de viviendas de los pueblos orinarios, que por su construcción y ubicación, potenciaban su capacidad defensiva.

Como muchos lugares de la provincia, Volcán tiene su cascada. Se la conoce con el nombre de Cascada de Santuyo: es una caída de 20 mts. Para llegar a ella, hay que atravesar el Río Grande.

Los habitantes de este lugar, cuentan orgullosos que “Los Infernales” (ejército independentista), en abril de 1817, frenaron el avance de los realistas españoles, en otra batalla librada en territorio jujeño, en pos de nuestra independencia.

Cuando las cajas suenan en febrero, Volcán desata su alegría carnestolenda. Generalmente, sus comparsas son las primeras en desenterrar al diablo de la picardía.

Música típica, comidas regionales, bailes populares y calles coloridas, son el emblema de esta fecha, tan sentida por los jujeños.

Seguimos por la (a esta altura) pintoresca Ruta 9. 7 kms más arriba de Volcán, llegaremos a la pequeña, pero cautivante: “Tumbaya, la bella”.

Rodeada por cerros inmensos, con un matiz azul en su color, que puede deberse a su “cercanía” con el cielo…

Este poblado es punto de congregación para la peregrinación a Nuestra Señora de Copacabana del Abra de Punta Corral, en abril. Esta, y otras peregrinaciones, tendrán también un capítulo especial.

La quietud de Tumbaya, invita a detenerse y desandar sus calles angostas.

Restaurant con comídas típicas, la plaza, la iglesia de Nuestra Señora de Dolores son los puntos a visitar en este pueblito.

El carnaval se vive a pleno. Dos comparsas “dividen el sentimiento” de los lugareños: Los Alegres de Tumbaya y Los Corazones Alegres. Cada uno en su salón, realiza bailes populares, ofrece comidas y bebidas, y, ambos, llenan las angostas calles de alegría en cada febrero.

Además te contamos que en Tumbaya funciona desde 2009 una escuela gastronómica donde se dicta la primera tecnicatura gastronómica especializada en cocina regional y cultura alimentaria que busca rescatar los sabores y gustos propios del norte argentino.

Desde este punto, el viajero podrá notar cómo, en 20 minutos, o en 17 kms, estos cerros grises y azulados, pedregosos, se van pintando de múltiples y asombrosos colores.

Seguimos por Ruta 9, hasta el cruce con la Ruta Nacional 52. Hacia mano izquierda, aminoramos la marcha para entregarnos al gozo… 3 kms más adelante, ingresamos en la mágica: Purmamarca.

Conocida por ser poseedora del Cerro 7 colores, o por ser punto de partida hacia las Salinas Grandes, fue, es y será, uno de los circuitos turísticos más elegidos de la provincia. Destacada como “Pueblo auténtico”, por conservar su identidad e idiosincrasia.

Atractiva por doquier, Purmamarca nos presenta el dilema de “por donde comenzar a recorrerla”.

La Plaza 9 de Julio es el espacio desde donde proponemos partir. Allí mismo, encontramos a los artesanos, que exponen prendas tan coloridas, que parecen mimetizarse con el paisaje.

Frente a la plaza, se encuentra la Iglesia Santa Rosa de Lima, declarada Monumento Histórico Provincial. En agosto, para la celebración patronal, recibe a lugareños de toda la región y cientos de visitantes, que conocer o quieren acercarse a la fe de Santa Rosa.

Al lado de la capilla, encontramos al milenario algarrobo (algunos dicen que tiene menos años, pero… al fin, son datos), donde descansaba el cacique Viltipoco y fue capturado. También fue lugar de descanso de las tropas del General Belgrano.

También frente a la plaza, se encuentra el cabildo, que funciona como sede policial y biblioteca popular.

Uno de los paseos característicos de Purmamarca, es el paseo de los Colorados. 4 kms.  Se recomienda hacer esta caminata por la mañana, para evitar la fuerza de los rayos del sol, y para apreciar las tonalidades de estos cerros, de acuerdo a la luminosidad que reciben.

El gran centinela y principal atracción, no solo del lugar, sino de la región y uno de los 10 sitios más visitados del país es: el cerro de los Siete Colores.

Varios tonos de rojo, rosa, gris, blanco y verde impactan la visual del visitante y emocionan sus sentidos. También para verlo de mañana, cuando el sol resplandece su colorido. Momento en que se obtendrán fotos, majestuosas.

Hacemos un alto. Comemos una tortilla rellena, quizás una taza de mate cocido, o cargamos el termo, armamos el equipo de mate y… vamos en busca de una combi que nos lleve a las Salinas Grandes. Desde los alrededores de la terminal, se ofrece esta excursión.

La Ruta Nacional 52, es un zigzaguenate nexo, rodeado de colores, entre Jujuy y Chile, a través del Paso de Jama. Para ir a las Salinas, nos encaminamos por esta ruta, atravesando la impactante Cuesta de Lipán.

Es un camino pavimentado con pendientes en ascenso, al cual no hay que tenerle miedo, sino sumo respeto y transitarlo con precaución, atendiendo las señales.

Esta cuesta finaliza en el Abra de Potrerillo, donde se encuentra el monolito que marca el ascenso a los 4170 mts de altura.

Unos kilómetros más adelante, desde lo alto, un mar blanco se asoma… Estamos cerca de las Salinas Grandes. Es recomendable contratar un guía, para que nos lleve hasta los piletones de extracción y a los ojos de agua naturales, donde las fotos espejadas se hicieron un ícono del lugar.

Se sugiere llevar alguna protección para la cabeza, ya que el sol se hace sentir en este paseo.

Los carnavales de Purmamarca se celebran con previo aviso. En enero, el tradicional encuentro de copleros ya nos pone en clima; en febrero, el concurso del queso de cabra y después, todos los festejos pre y pos carnaval.

Zampoñas, quenas, erques, talco, albahaca, serpentina y papel picado. Todo es alegría en el pueblo de los colores…

Caminamos y nos llenamos de placer, en uno de los lugares más maravillosos del mundo. Hacemos un alto. Vamos por unas empanadas, sopa de maní, un estofado de llama o uno de esos platos que refuerzan el “panza llena, corazón contento”.

Para visitar los lugares mencionados en este capítulo, se pueden tomar colectivos interprovinciales, que salen desde la nueva terminal de San Salavador de Jujuy. Para Purmamarca, se debe consultar si ingresa al pueblo.

Lugares para descansar, no faltan. Con variedad de comodidades y precios, invitamos al viajero a descansar “en Purma”.

Más caminatas entre cerros, fotos inigualables y lugares de ensueño, nos esperan en el próximo capítulo…

Volcán Lugar donde funciona la Feria Campesina

Laguna de Volcán Foto René Daniel. Fotografía Turismo Volcán

Iglesia Nuestra Señora de los Dolores Tumbaya

Oficina de Informes de Turismo donde también funciona el Museo Binacional de Gemas

Purmamarca. Foto: Daniela Condorí

Cerro de los siete colores. Purmamarca. Foto: Agustín Saguier
Paseo Los Colorados. Foto: Juan Aranda.
Cuesta de Lipán. Foto: Casa de Jujuy en Buenos Aires
Salinas Grandes. Foto: Casa de Jujuy en Buenos Aires
Salinas Grandes: “Maravilla Natural de Argentina”. Foto: Secretaría de Turismo Jujuy.

Historias, cuentos, leyendas, relatos, mitos, poesía. La literatura de Jujuy, tiene su espacio…

𝗨𝗻𝗮 𝗹𝗶𝗻𝗱𝗮 𝗰𝗵𝗶𝗰𝗮

Me pasó que una vez,
conocí una linda chica
con extraños pies.

No eran ni largos ni cortos
ni grandes ni chicos,
ni flacos ni gordos.

No eran altos de arco
ni anchos de empeine.
Eran tan sólo
muy independientes.

La llevaban y traían
a lugares
donde ella no quería.

Si ella se proponía
ir a pasear por Almagro,
sus pies la llevaban
derecho a otro barrio.

Allí entonces la dejaban
caminando sin parar
hasta que se cansaban.

Y si por ejemplo ella
quería ir de viaje a Barcelona,
los pies la llevaban,
sin dudar, a Roma.

Y cosas semejantes,
para qué seguir.
Un día la chica decidió
que así no podía vivir.

Fue a comprar zapatos especiales
con cordones largos
para manejar a sus pies
igual que a los caballos.

Nadie sabe cómo
se las arregló aquel día,
pero los convenció de entrar
en la zapatería.

Habló con un vendedor
y le pidió los zapatos en secreto,
pero los pies sospecharon
y se pusieron inquietos.

Cuando el hombre
trajo la caja con el calzado,
los pies se dieron cuenta
y se encabritaron.

Empezaron a corcovear
y a correr por la zapatería,
la pobre chica pedía auxilio
a los bomberos y a la policía.

Los pies bellaqueaban
saltando por todos lados.
No había ninguna forma
posible de domarlos.

Al fin salieron disparando
por la puerta de la zapatería.
Nunca se supo más nada
de ellos ni de la chica.

Libro “Hay una cosa y otros poemas”. Jorge Accame. Ver menos

Porque quiero abrazarte pronto, hoy nos saludamos a la distancia. 

🙌🏼

Brindo por vos, por cada momento que compartimos juntos.
Feliz día

‼️

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 7

𝑷𝒐𝒓 𝒍𝒂 𝒓𝒖𝒕𝒂 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒄𝒐𝒍𝒐𝒓𝒆𝒔, 𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒍𝒖𝒈𝒂𝒓𝒆𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒅𝒆𝒋𝒂𝒎𝒐𝒔 𝒆𝒏 𝒆𝒍 𝒄𝒂𝒎𝒊𝒏𝒐.

El viaje anterior nos permitió regresar a San Salvador. Después de tanta aventura, “la calma” de la ciudad se hace necesaria.Muchos de los paisajes que visitamos hasta ahora son poco conocidos. Distinta es la realidad de la Quebrada de Humahuaca, ícono del turismo de Jujuy.Pero antes, le ponemos una coma al viaje, y descubrimos la ante sala de lo que empezaremos a recorrer en el próximo capítulo.Salimos de la ciudad y subimos a la ruta nacional 9. Pasamos Yala, lugar que visitamos en el primer capítulo, y el camino comienza su sentido ascendente.A 25 km de la Capital, hacia mano derecha, por ruta provincial 29, llegamos a Lozano. Un pequeño poblado, que apenas supera los 1000 habitantes. Rodeado de verdes y bañado por el río del mismo nombre, es de fácil acceso, en vehículo propio o en transporte público.Profunda calma y aire puro se respiran en sus calles. Si el silencio se adueña del momento, el viento sopla los acordes de la “Zamba de Lozano”, de Leguizamón y Castilla, salteños, asiduos visitantes de estas tierras…Es que, la mayor referencia histórico-cultural del lugar es Yolanda Pérez de Carenzo, conocida en el mundo como “La Niña Yolanda”. Pianista, amante de la música clásica y el folklore, convirtió a su casona en un epicentro de grandes encuentros.Todos, o casi todos, los que hoy destacamos como referentes de la música popular folklórica argentina, estuvieron en alguna de sus tertulias: Leguizamón, Tejada Gómez, Dávalos, Mercedes, Cafrune… son nombres y apellidos inscriptos a fuego en el orgullo lugareño. Pablo Neruda y Gabriela Mistral, también fueron distinguidos visitantes de la histórica casa.Hoy, esa casa, es un anfiteatro que invita a evocar aquellos encuentros. Allí se realiza, cada abril, la Serenata a la Niña Yolanda, que congrega a artistas locales y destacados músicos del folklore nacional.Sea o no el viajero gustoso de la música de raíz, debería conocer ese recinto y respirar la música que emana de cada uno de sus rincones.Ligado a esta historia, el visitante verá que por esta zona encontramos, nuevamente, el sentir, vivir, interpretar, gaucho del jujeño. Será por la vegetación, que es propicia para la cría de ganado, que los trajo a estos lares, o el agua del río, pura, fresca, señal de que pueden quedarse. Sea cual fuese la razón, el jujeño de esta zona es bien criollo.Por lo tanto, al momento de “cargar energías con una comida”, no ha de faltar un asado, o verduras frescas y algún dulce casero, para acompañar los bollos (pan casero) hechos en horno de barro.Lozano está a 15/20 minutos del centro, por ello, parecerá sorprendente que contemos que allí, además de cabalgatas y caminatas, se puede realizar montañismo, escalada, avistaje de aves…Todo esto, junto, se puede encontrar en La Quebrada de Lozano. Situándonos en el río Lozano, caminamos como teniendo la intención de atravesar los cerros Chañi y Azul. Con esa meta… la caminata se hace deslumbrante. Cascadas, vertientes, flora, fauna, atrapan los sentidos en un recorrido que alcanza los 20 km de extensión.Cientos de fotos, serán las fuentes con las que evocaremos estas maravillas escondidas, a pasos de la ciudad.Seguimos en ascenso, por ruta 9. Cinco kilómetros “más arriba”, se encuentra León.Los más de 400 habitantes de este pueblo, se irguen orgullosos, cada 27 de abril, cuando se conmemora “El Día Grande de Jujuy” o “La Batalla de León”.Allá por 1821, los gauchos jujeños, al mando de José Ignacio Gorriti, se levantan en batalla, en un nuevo freno al intento de avance realista con intención de conquista. Un nuevo triunfo de nuestros hombres, un nuevo paso hacia la independencia.Ni bien ingresamos a León, hay un monolito que evoca este trascendental hecho histórico, no solo para los jujeños.Preparemos las cámaras y hagamos un resumen de lo que venimos visitando. ¿Cómo es eso? León nos ofrece un mirador, desde el cuál observamos: una vista hacia todos los puntos cardinales, las variaciones geográficas de esa jurisdicción (Yungas, Quebrada, Pre-Puna). A simple vista se puede apreciar el Monolito al Día grande de Jujuy y las amplias playas del río Grande, Jaire, las serranías de Tiraxi y la pintoresca Lozano.Estaría cargada de mucho sentimiento y saber la historia del molino de León, si hay algún lugareño con la disponibilidad de contarla…Mientras, los libros cuentan que, la existencia de este molino data aproximadamente desde el año 1880, según lo cuenta la dueña del mismo, señora Isabel Puch.Actualmente no se encuentra en funcionamiento, ya que desde hace 20 años, debido a una situación de crecimiento poblacional, el lugar por donde tenía salida el agua fue ocupado por construcciones de viviendas. También, debido a la baja producción de maíz y trigo en la región por la llegada del ferrocarril (1903).Otro lugar destacado del poblado es La Sala. Recinto creado por la familia Puch allá por 1884.Sus actuales dueños son Augusto Puch y Leonor Puch, quienes refaccionaron y acondicionaron la misma para alquilarla a turistas en cualquier época del año, como así también la realización de distintos eventos.Cuenta con un porche de frente y posee sillones para descansar y apreciar la naturaleza.En su interior la sala cuenta con un comedor, 4 habitaciones, cocina y baño.En el comedor se puede apreciar un techo construido de maderas gruesas de cedro traídas en la época de Zapla; su piso esta hecho de mosaicos. Como también todo su interior es de la época del siglo XVIII.Seguimos viaje. Unos pocos kilómetros más adelante, hay que agudizar los sentidos…Cambia el aire. El viento se hace sentir. Tal vez, pueda percibirse una falta de oxígeno (leve). El verde se va quedando en el camino. Los cerros, por momentos, dejan de ser multicolores… La Quebrada espera, más adelante, pero…Estamos en Bárcena y nos topamos con el primer desafío, sobre todo el que va en vehículo y no tiene mucho “manejo en montaña”. Debemos atravesar “La Cuesta de Bárcena”. Es la misma ruta 9, pavimentada, pero con el primer tramo de ascenso “pronunciado”, y por sectores “cuesta” subirlo. Con paciencia y disfrutando el paisaje, se siente menos. En días de niebla, extremar los cuidados.Este apacible paraje nos sitúa en lo que vendrá y, a lo largo de la ruta, se observan vendedores de quesos, tortillas, bollos y otras elaboraciones.Si nos detenemos, el turismo activo nos convoca a la aventura…El Cerro Teta es una las excursiones que ofrece Bárcena. El inicio de la misma se marca a la vera de la ruta, hacia mano izquierda (viniendo de Capital). Con la ropa y el calzado adecuados y con la infaltable botella de agua, nos espera una caminata de casi tres horas en el ascenso.En el camino, algún cóndor pasará a saludarnos, una bella y solitaria flor se abrirá para ser apreciada; otras águilas y perdices, completan el paisaje imponente que ofrece el paseo.Habiendo recorrido más de medio camino, nos encontraremos con la cascada escondida del cerro Teta o cascada de Bárcena.Acá hay que probar el yacón , una raíz dulce, que puede consumirse como edulcorante natural o como fruto seco. Bárcena es conocida como “La Capital Provincial del Yacón”.Este poblado ofrece cabañas ubicadas “en medio de cerros”, que son ideales para el necesario descanso.“Lo importante no es llegar a destino, sino disfrutar el camino”, podría ser el lema de este paseo. Pasamos por lugares que, generalmente, no son visitados. Ahora sabemos de sus bondades, en lo que respecta a sus habitantes y su paisaje.

A descansar, que en el próximo capítulo, nos adentraremos en la Quebrada de Humahuaca, Patrimonio Cultural y Natural de la Humanidad.

Alrededores de Lozano. Foto: Turismo del Municipio Ecoturístico de Yala.
Cascada de Lozano. Foto: Turismo del Municipio Ecoturístico de Yala.
Vista desde el Mirador de León. Foto: Casa de Jujuy en Bs. As.
Alrededores de León. Foto: Turismo del Municipio Ecoturístico de Yala.
Cuesta de Bárcena. Foto: Mapionet

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𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟔

“𝑽𝒆𝒓𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒕𝒆 𝒒𝒖𝒊𝒆𝒓𝒐 𝒗𝒆𝒓𝒅𝒆”. Un día más en las Yungas.

Luego de recorrer San Pedro; de la impactante aventura por la plenitud del paisaje selvático… el viajero pudo optar por descansar en San Francisco o en Libertador disfrutando su noche de restaurantes y bares. Cualquiera sea la opción, nos preparamos para ganar un nuevo día de paseo y felicidad.A unos cinco kilómetros de Libertador (Ledesma) se encuentra Calilegua, un pintoresco poblado que apenas supera los 6 mil habitantes. Llegamos allí conduciendo en línea recta por ruta Nacional 34.El pueblo se destaca por sus lapachos, que son la paleta de colores de pueblo sencillo.Caminar por la calle Sarmiento, es ser testigo de una quietud que de a poco, se pone en movimiento. ¡No guardes la cámara! Algún tucán se acercará a darte la bienvenida…Quien visite Calilegua, podrá descubrir un lugar que ella atesora (aunque no está abierta al público): La Sala. Es la vivienda más antigua de la provincia, data de 1752 y fue construida por Coronel Zegada, cuando era Gobernador de Jujuy. Hoy, este inmueble, pertenece a la empresa Ledesma.La intendencia del Parque Nacional Calilegua y un museo de artes plásticas, completan “la oferta turística” del lugarLa ruta Nacional 34 nos lleva a nuestro próximo destino: Caimancito.Recorremos 23 km (aproximadamente 30’), hasta el cruce con la Ruta Provincial 1. 16 km más adelante, llegamos al atractivo principal del pueblo: Las Termas de Caimancito.El complejo, inserto en un paisaje selvático asombroso, ofrece aguas con características medicinales que brotan a 60° de temperatura.La relajante experiencia, puede complementarse con caminatas por el pueblo.Dentro de él, se destaca la capilla de San Cayetano, patrono del lugar, que congrega miles de fieles para su celebración. Esta iglesia atesora una espina de la corona de Cristo, donada por una destacada familia.Podrá observarse que existen aquí gran cantidad de carpinterías; esto debido a que, esta actividad, es una de las principales fuentes económicas del lugar.Al momento de hacer una pausa, el viajero debe probar las paltas y cítricos del lugar. Como también los tomates, berenjenas y zapallitos. Con un sabor tan singular como los paisajes que vamos descubriendo.A lo largo de la ruta, encontramos a los productores ofreciendo estos productos.Y, como todo Jujuy, Caimancito también es carnaval. La comunidad prepara esta celebración, que dura 7 días, con mucha alegría y compromiso.Comparsas de pimpim, batucada, murgas y bailes populares, garantizan la diversión en esta festividad.Antes de despedirnos del lugar, sería muy emotivo e interesante oír, de algún lugareño la historia de los inicios del pueblo… como petrolero.Luego del descanso termal, continuamos viaje con destino a la aventura.Seguimos viaje por la ruta provincial 1, para tomar la ruta provincial 6 hasta llegar a Palma Sola.Este poblado, que apenas supera los 5 mil habitantes, se popularizó, tristemente, por el alud que lo afectó en abril de 2001.Su geografía amalgama un ambiente chaqueño, al pie de las Sierras, verdes y florecientes, de Santa Bárbara.En este pueblo es menester poder interactuar con los lugareños, probar sus cultivos: citrus y hortalizas.También conocer y, porque no adquirir, las artesanías que en madera, cuero, palma y asta elaboran los artesanos del lugar.Las fiestas y tradiciones gauchas están muy arraigadas en el lugar, tanto como las manifestaciones de fé.Ejemplo de ello son: la Fiesta Nacional del Gaucho, que se realiza en diciembre y la fiesta en honor a la Virgen del Valle, que se realiza en abril.Desde aquí se puede acceder, con la compañía de un guía y previa recomendación médica, a otro punto termal: Laguna La Brea, o Laguna Hedionda. Ésta se ubica en el paraje Saucelito, a la vera de la Ruta Provincial 1.Luego seguimos camino por la ruta provincial 6 (se recomienda consultar el estado del camino durante la épocas de lluvias intensas) con destino a El Fuerte.Haremos un alto, para conocer la Reserva Natural Provincial Las Lancitas, ubicada entre las Sierras de Santa Bárbara y las del Centinela.En una superficie de 9536 ha, protege especies como el loro alisero, el tapir, pecarí de collar, el cóndor andino, pavas del monte y alisera, y gran variedad de árboles como el cedro coya, la quina y el palo amarillo.Cabe destacar que junto a la Reserva Natural Provincial Las Lancitas, se encuentra un área natural privada de 800 hectáreas donde se pueden realizar actividades como: avistaje de aves, cabalgatas y trekking.Seguramente cientos de fotos guardarán estos momentos. Pero no agoten la memoria, que en el próximo destino, se conjugan la historia y el paisaje…Avanzamos 18 kms por la ruta provincial 6 y llegamos a El Fuerte de Santa Bárbara.Fundado por Diego Tomás de Iriarte, este lugar data de 1765. Hay documentación de que el fuerte, que le dio nombre al poblado, se encontraba en buen estado a fines del siglo XVIII, y fue en su momento el único construido en piedra.Esta localidad cuenta con una oferta turística muy variada, con excelentes paisajes, un clima agradable, toda la zona es rica por su patrimonio arqueológico y cultural, hay varios circuitos de senderismo o cabalgatas, y un camping. Se recomienda visitar el Abra de los Morteros que se encuentra cercano a El Fuerte.En enero se lleva a cabo el Festival del Caballo Criollo, Coleto y GuardamonteAlrededor de la plaza se ubican la Comisión Municipal, el puesto de salud, el destacamento policial y la antigua capilla consagrada Santa Bárbara.

Luego de pernoctar en El Fuerte seguimos viaje por la ruta provincial 6 hacia Santa Clara y después de tomar la ruta provincial 1, las rutas nacionales 34 y 66 regresamos a San Salvador de Jujuy.

Lapachos de la localidad de Calilegua. Foto: Marcela Luca
Termas de Caimancito. Foto: Termas de Caimancito
Monumento al Gaucho en Palma Sola. Foto: Mapionet
Alrededores de la Reserva Natural Provincial Las Lancitas. Foto: Casa de Jujuy en Bs As
Alrededores de El Fuerte. Foto: Turismo y Cultura El Fuerte
Ruinas de El Fuerte. Foto: Turismo y Cultura El Fuerte
Vista de El Fuerte. Foto: Turismo y Cultura de El Fuerte

𝗔 𝗝𝗨𝗝𝗨𝗬 𝗦𝗜𝗘𝗠𝗣𝗥𝗘 𝗦𝗘 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗩𝗘

Pero vos, que sos jujeño y estás lejos; o vos, que no sos de allá, pero amas tanto a nuestra provincia como nosotros, no te vas a quedar sin disfrutar los paisajes, sabores, colores, sonidos… de Jujuy.Prepara los sentidos, así continua nuestra serie:

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 𝟱

HOY: 𝘌𝘭 𝘤𝘢𝘭𝘰𝘳 𝘪𝘯𝘷𝘪𝘵𝘢 𝘢 𝘭𝘢 𝘢𝘷𝘦𝘯𝘵𝘶𝘳𝘢…𝗥𝗮𝗺𝗮𝗹 𝘆 𝗬𝘂𝗻𝗴𝗮𝘀

El viajero pernoctó en San Pedro de Jujuy, ciudad conocida como “La Perla del Ramal”.Al despertar, habrá notado que el clima de esa región difiere de los visitados anteriormente. El calor se hace sentir…Partimos el recorrido desde la plaza Belgrano, la principal de la ciudad. Testigo de tardes de encuentros de amigos, juntadas musicales, actos patrios y otras actividades sociales.Rodean este espacio: la Iglesia San Pedro Apóstol, la Municipalidad, la oficina de correo y lugares gastronómicos, atractivos centrales en las noches de calor.A 15 kms de la ciudad, confluyen los ríos Grande y Lavallén, que luego le dan vida al Río San Francisco, el más caudaloso afluente del Río Bermejo. Allí, durante todo el año se congregan pescadores de Jujuy y provincias vecinas. La pesca del dorado es el atractivo principal. En épocas de lluvia caudalosa, no se recomienda visitar el lugar.Las aguas de este río, convierten a San Pedro y su zona de influencia, en una de las regiones más productivas de la provincia: se cultiva caña de azúcar, se trabaja la madera, es destacado el cultivo de frutas y especiales vegetales.Pero, como en casi todo Jujuy… algo que destaca a San Pedro es el carnaval. Sus multitudinarios y coloridos corsos, reconocidos como: “El Carnaval de las Yungas”, se han convertido con el tiempo, en una cita casi obligada en cada febrero (o cuando el calendario marque Carnaval).Cientos de comparsas representan la multiculturalidad de la provincia y la región. Toda la ciudad se prepara con mucha antelación para crear los trajes, armar las carrozas y vestir de fiesta a La Perla…Las comparsas de las comunidades guaraníes, que aún habitan la región, tienen notable participación en esta fiesta.Continuamos el viaje. Entre cañaverales y sembradíos la Ruta 34 nos llevará a Libertador General San Martín.Antes de entrar allí, nos detendremos en “La Capital Provincial del Tomate”, Fraile Pintado. Allí podemos degustar un delicioso pacú, que se obtiene del coto de pesca ubicado en el pueblo. Cuando llega el mes de Julio, Fraile se viste de fiesta con el Festival Nacional del Tomate, Doma y Folklore, que convoca a artistas locales, nacionales y público de la provincia y provincias vecinas.Avanzamos por la ruta y una “señal de humo” nos avisa que nos aproximamos a Libertador General San Martín.La tercera ciudad con más población de la provincia. Conocida como “Ledesma”, ya que se constituyó alrededor del ingenio del mismo nombre. De allí provienen el azúcar y el papel que se consume en el país y que también son recursos de importación.Visita obligada en esta parada el Barrio Pueblo Viejo, el cuál nos adentra en los orígenes del complejo agroindustrial Ledesma. Allí los visitantes se interiorizar sobre el proceso productivo de la empresa y hasta pueden ser testigos de algún encuentro cultural.Los carnavales de Libertador también tienen resonancia. Son bailes populares, dónde reina la música tropical y también tiene presencia el folklore de la región, que es una mixtura de lo andino y lo gaucho.La vida nocturna de esta ciudad, similar a la de San Pedro, cobra relevancia con la cantidad de bares, pubs y boliches, que reúnen a público del lugar y poblados vecinos.La serenata al Libertador General San Martín, es el encuentro más popular de la ciudad. Cada agosto recibe a miles de visitantes, con una destacada cartelera musical.Las plantaciones de caña de azúcar y frutales, son el paisaje natural de Libertador.Es momento de hacer un alto. Disfrutar la noche “Lesdesmense” y descansar en alguno de sus hoteles. Una aventura deslumbrante nos espera al amanecer.Apenas asome el sol, hay que estar listos para partir. Iremos a descubrir el Parque Nacional Calilegua, y siguiendo su ruta, llegaremos a la impactante San Francisco.En auto o en colectivo, que sale desde la terminal del pueblo, podemos arribar al Parque.Tomamos la ruta provincial 83, recorremos 17 km y llegamos para impactarnos con las 76307 hectáreas de la Reserva de la Biosfera de las Yungas (UNESCO).Dejamos el vehículo en los lugares dispuestos para tal fin y nos apretamos a un recorrido sin tiempos… un guía del Parque nos llevará a descubrir la magia que aquí se encierra.Miradores naturales, especies ubicas de flora y fauna, como el yaguareté; aves de todo tipo y señales de una cultura diversa y milenaria conviven en este lugar.Se recomienda consultar el estado de las rutas antes de programar la visita; como así también, vestir ropa cómoda y proveerse de gran cantidad de agua.Describir las bondades del parque nos llevaría varios capítulos. Dejamos en el viajero la elección de volver cada vez que pueda y seguir explorando…Ahora, dejemos que la ruta 83 nos siga transportando hacia lo asombroso.Curvas que forman miradores sin igual, precipicios que son fotos deslumbrantes, van formando el álbum del camino.Aproximadamente 3 horas después del iniciado del recorrido, llegamos a San Francisco.Esta visita, particularmente, debe realizarse con guías de la zona, para que la aventura sea un constante disfrute.El guía nos esperara, nos alojará (es necesario dormir al menos una noche en el lugar) y presentara el diagrama de las excursiones.En San Francisco el viajero se encontrará con un bosque, en la alta montaña. Rodeado de verdes en diversos tonos, cerros de gran envergadura y una singular vegetación.El monumento a La Pachamama es el primer lugar a conocer y, desde ese instante, se convierte en punto de encuentro. Desde allí se parte a: Las Cascadas, Duraznillo, Aguas Blancas, Alto Calilegua, Cerros Hermoso y Amarillo y el atractivo principal: Las Termas del Río Jordán…Este paseo puede hacerse caminando o a lomo de mula (se sugiere esta opción). Técnicamente, son 16 km que llevan, aproximadamente, 6 horas de recorrido. Pero… tiempo y espacio se vuelven secundarios cuando la vista se topa con tan esplendoroso paisaje.La inmensidad, infinita, abstrae al viajero que a cada paso, se va haciendo parte de la misma tierra.Cuando las montañas abren paso, nos encontramos frente a un turquesa que deslumbra. Ese pozo de agua, son las renombradas Termas del Río Jordán.Se ubican a 1000 msm, y tienen una temperatura aproximada de 30°.Entre mayo y noviembre, se puede visitar este lugar, ya que en el resto de los meses, las lluvias dificultan su acceso.Luego de sumergirnos en aguas curativas, de gratificar el alma con aires y paisajes nuevos, regresamos por un plato de comida que reconforte y un merecido descanso en San Francisco.Jujuy es así, único, maravilloso, sorprendente.Más aventuras nos esperan en nuestro próximo capítulo.

Contamos con su compañía…

Mirador Del Valle de San Francisco, San Pedro. Foto: Turismo, Municipio de San Pedro.
Alrededores de San Pedro, Cerró de la Cruz Foto: Turismo, Municipio de San Pedro.
Monumento al General San Martín en la Plaza Central de Libertador General San Martín. Foto: prensa de Jujuy
Parque Nacional Calilegua. Foto: José Luis Rodríguez
Ruta provincial 83, camino a San Francisco. Foto: José Luis Rodríguez.
Alrededores de San Francisco. Foto: José Luis Rodríguez
Monumento a la Pachamama. Foto: Secretaría de Turismo de Jujuy.
Termas del Río Jordán. Foto: Piti Mayans, Secretaría de Turismo de Jujuy.

𝗔 𝗝𝗨𝗝𝗨𝗬 𝗦𝗜𝗘𝗠𝗣𝗥𝗘 𝗦𝗘 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗩𝗘

En el marco de la pandemia COVID-19, pueblo y provincia lograron que se autorice a los jujeños, a partir del 22 de mayo, a realizar turismo interno.Pero vos, que sos jujeño y estás lejos; o vos, que no sos de allá, pero amas tanto a nuestra provincia como nosotros, no te vas a quedar sin disfrutar los paisajes, sabores, colores, sonidos… de Jujuy.Prepara los sentidos, así continua nuestra serie:

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 4

HOY: 𝗘𝗦𝗘 𝗢𝗧𝗥𝗢 𝗝𝗨𝗝𝗨𝗬 (Continuación) 𝙀𝙣𝙩𝙧𝙚 𝙡𝙖 𝙩𝙞𝙚𝙧𝙧𝙖 𝙮 𝙚𝙡 𝙘𝙞𝙚𝙡𝙤: 𝙚𝙡 𝙖𝙜𝙪𝙖.

Las promociones turísticas de nuestra provincia han llevado a viajeros, del país y del mundo, a maravillarse con el cerro Siete Colores, rescatar la historia en el Pucará, atesorar fotos únicas en las Salinas, deslumbrarse con el Hornocal, afianzar la fe en iglesias con siglos de historia…Pero en este momento del viaje, la propuesta es, vestirse lo más cómodo posible, cargar la mochila con gorros, protector solar, mucha agua, comida liviana y entregarse a la aventura. Vamos a ingresar a lugares que casi no figuran en los circuitos tradicionales, que no están en paquetes turísticos, pero que vivirán por siempre en la retina de los viajeros…Partimos desde San Salvador, avanzamos hasta Altos de la Viña, barrio con características de residencial (que tiene en sus terrenos uno de los hoteles más reconocidos de la provincia, con un mirador testigo de innumerables fotos). El camino que bordea al hotel, nos llevará a la ruta provincial 56.Carahunco, El Algarrobal, Los Blancos, Cucho… son localidades que irán quedando en el camino.En estos parajes, que apenas superan los cien habitantes cada uno, tienen una marcada importancia las fiestas patronales, los encuentros gauchos. Quien se llegue a participar de una de estas tertulias, podrá deleitarse con asados, quesos y fiambres de elaboración casera y los infaltables bollos y dulces, que se preparan para homenajear a los visitantes.En El Algarrobal, podemos toparnos con un encuentro con reminiscencia histórica: un partido de pato. Esa localidad posee una de las canchas que aún mantienen con vida ese deporte y allí se realizan torneos tanto provinciales como nacionales.En esta ruta hacemos un alto, para compartir algo que llama la atención de propios y extraños: en las Lajitas, cuando el camino está en pendiente, producto de la gravedad cero o vaya a saber que… ¡los autos suben solos! Sin ocupantes, con el motor apagado, en lugar de bajar, suben…Volvamos al viaje. Yendo por Ruta 56, nos toparemos, hacia la izquierda, con un desvío que nos sitúa en la Ruta Prov. 20. Ella, nos llevará a Las Capillas, un pintoresco y pequeño poblado, que se ubica previo a Las Escaleras, escenario de nuestro próximo destino.En esa pequeña localidad hay que dejar el vehículo y prepararse para emprender una caminata, por el margen del río Capillas, de aproximadamente 3 kms. Al final del camino, accedemos a La Cascada de las Escaleras.Se sugiere visitar el lugar de diciembre a marzo, fechas en las que se la ve con más agua, debido a que es temporada de lluvias; por ello debemos verificar el estado del camino antes de emprender la travesía.El sendero previo a la cascada, es elegido por jujeños y turistas para realizar ciclismo, trekking; como así también: cabalgatas y avistaje de aves.Antes, o después de maravillarse con el salto de agua y de refrescarse en la pileta que este forma a su caída, el visitante debe mimetizarse un instante con el poblado, su gente y sus costumbres gauchas, para cerrar así, una experiencia, sencillamente, inolvidable.Y así, transitamos nuevos caminos. Pusimos a prueba nuestro asombro. Descubrimos espacios de los que, ni siquiera, habíamos escuchado…Volvamos al descanso. Dejemos reposar nuestras retinas, que pronto, podrán atesorar más momentos.En este caso, invitamos al los viajeros a descansar en San Pedro de Jujuy. Desde allí, partiremos a las aventuras que serán parte de nuestro próximo capítulo.Hasta entonces…

Foto localidad de Las Escaleras en invierno.
Cascada Las Escaleras. Foto Daniel Larriva
Cascada Las Escaleras. Foto Daniel Larriva

𝗔 𝗝𝗨𝗝𝗨𝗬 𝗦𝗜𝗘𝗠𝗣𝗥𝗘 𝗦𝗘 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗩𝗘

En el marco de la pandemia COVID-19, pueblo y provincia lograron que se autorice a los jujeños, a partir del 22 de mayo, a realizar turismo interno.Pero vos, que sos jujeño y estás lejos; o vos, que no sos de allá, pero amas tanto a nuestra provincia como nosotros, no te vas a quedar sin disfrutar los paisajes, sabores, colores, sonidos… de Jujuy.Prepara los sentidos, así continua nuestra serie:

𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 3

HOY: 𝗘𝗻𝘁𝗿𝗲 𝗣𝘂𝗻𝗮, 𝗤𝘂𝗲𝗯𝗿𝗮𝗱𝗮𝘀 , 𝗩𝗮𝗹𝗹𝗲𝘀 𝘆 𝗬𝘂𝗻𝗴𝗮𝘀, 𝗲𝗹 𝗮𝘀𝗼𝗺𝗯𝗿𝗼: 𝗘𝗦𝗘 “𝗢𝗧𝗥𝗢” 𝗝𝗨𝗝𝗨𝗬

Las promociones turísticas de nuestra provincia han llevado a viajeros, del país y del mundo, a maravillarse con el cerro Siete Colores, rescatar la historia en el Pucará, atesorar fotos únicas en las Salinas, deslumbrarse con el Hornocal, afianzar la fe en iglesias con siglos de historia…Pero en este momento del viaje, la propuesta es, vestirse lo más cómodo posible, cargar la mochila con gorros, protector solar, mucha agua, comida liviana y entregarse a la aventura. Vamos a ingresar a lugares que casi no figuran en los circuitos tradicionales, que no están en paquetes turísticos, pero que vivirán por siempre en la retina de los viajeros…Partimos desde San Salvador. Atravesamos el puente San Martín, por arriba del Río Grande, que une al Barrio Chijra con el centro de la ciudad. Seguimos por la calle Las Vicuñas, arteria principal de este popular barrio y, hacia el final de la misma, llegaremos a la ruta provincial 35.Esta ruta es de ripio, por lo cual hay que considerar el tipo de vehículo con el que se emprende la travesía.En el camino, atravesaremos una conjunción de selvas y verdes que realmente, deslumbran.La Cuesta, Barro Blanco, Tilquiza, Payo, Membrillos, Corral de Piedras y Ocloyas, son los lugares que iremos dejando atrás en este camino.Tilquiza y Corral de Piedras son parajes antiguos, donde, desde tiempos milenarios, el hombre realiza cultivos y cría ganados. Son destacadas las artesanías y fiestas gauchas de esta zona.Desandando el camino, la tierra se vuelve colorada y se atraviesan pequeños riachos y arroyos. Estos aumentan su cauce con las lluvias del verano, por eso se recomienda realizar estas travesías en invierno o primavera.No hay que dejar lejos la cámara, ya que tanto los paisajes que se presentan, como la fauna de la zona, son motivadores de espléndidas fotografías.Con un poco de suerte y a simple vista se pueden ver corzuelas, pavas del monte, algún zorro, tucanes y otras especies de aves.En los últimos años, esta zona comenzó con el desarrollo del turismo rural; por lo que el visitante podrá alojarse en cabañas, compartir la cotidianeidad de los lugareños tanto como realizar cabalgatas y caminatas.Siguiendo el andar, llegamos a Corral de Piedras. Se cree que su nombre se desprende de las antiguas construcciones, usadas para contener al ganado.A más de 1570 msnm, es un lugar de ensueño, donde hasta el espíritu más aventurero, se invita a una pausa.Acá podemos atravesar el río a través de un puente colgante y descubrir “el viejo molino”, donde los antiguos pobladores molían el maíz, para el alimento cotidiano y la chicha.Los senderos nos invitan a seguir viaje. Atravesamos ríos, la vegetación pareciera ir en ascenso, el camino se vuelve, por tramos, sinuoso. La aventura aflora en el viajero.Y de repente, ante nuestros ojos se presenta Ocloyas. Un pueblo naturalmente pintoresco y con escasa, casi nula, afluencia de turistas.En este lugar, se destaca la conservación cultural del acervo gaucho. Historias, leyendas, costumbres y tradiciones, se pueden compartir al conversar con los habitantes de la zona.Luego de cargar agua para el mate y de tomarse un respiro, seguimos adelante en el viaje, y le espera al visitante, una maravilla sin igual.53 km, dos horas y media de viaje después de Ocloyas, necesitamos atravesar para llegar al Angosto de Catre. Dos majestuosos paredones atravesados por el río, invitan a una caminata que podría tener la duración de seis horas. Se recomienda emprender esta travesía con el calzado adecuado y ¡no olvidar llevar mucha agua!Tantos paisajes dejamos atrás, tanto asombro a cada paso, no nos hace vislumbrar que estamos a tan solo 40 km de distancia de la ciudad…Llegamos a 1600 msnm. Nos situamos en Tiraxi, donde nogales, pinos de cerro, cedros nos dan la bienvenida.Este pequeño y casi inhóspito paraíso se presta para pasar el día, despejar la mente y reencontrarse con la naturaleza.El atractivo más destacado de la zona es “el chorro casa vieja”, más conocido como la cascada de Tiraxi. Los pobladores cuentan que su nombre inicial parte de que deriva de un arroyo que nace en una casa vieja, la más antigua de la zona.El paisaje que regala Tiraxi Es ideal para caminatas fotográficas, trekking y ciclismo de montaña.Antes de continuar, dejamos en claro que esta travesía no puede disfrutarse en un solo día. Queda a consideración del viajero en que tramo hace un alto para el descanso necesario…Bajando desde Tiraxi, por medio de un camino que, a cada curva, sorprende con paisajes inmensos, llegaremos al Angosto de Jaire.Colosales muros de granito negro, son atravesados por el cauce de un manso arroyo. La entrada al lugar invita a desandarla, sin saber que aventura podremos encontrar en el camino. Por momentos, el sendero se estrecha tanto, que el arroyo parece una vertiente y los caminantes deben pasar de a uno.Hacia arriba, en ocasiones, el cielo no se deja ver y la vegetación crea un techo sin igual de plantas silvestres.La duración de la excursión, queda a criterio del viajero. La salida no está definida, está siempre más allá y, cuentan los lugareños, es allí donde habita “el coquena” (deidad del norte que será parte del capítulo sobre mitos y leyendas).Luego de las fotos y los momentos de asombro, invitamos al viajero a salir de rutas enripiadas, las curvas, los precipicios y tomar la ruta nacional 9 y regresar a Yala, donde ya estuvimos. Pero en este caso, nos detendremos nuevamente en una aventura similar a la que dejamos atrás.Casi escondidos en la vegetación de la zona, se levantan al costado del río, los paredones de Yala: de piedra rojiza, forman un estrecho callejón, alimentado por una suerte de cascada.Reviste cierta dificultad el acceso a esta excursión. Más o menos 20 minutos de caminata, río arriba, bordeando el cauce del mismo y en ocasiones es menester avanzar por adentro del río. Se aconseja tener sumo cuidado con las piedras que pueden tornarse resbaladizas.El recorrido es de aproximadamente 20 o 30 metros. Durante ese tramo, agua y piedras forman refrescantes piletones, muy apetecibles en los días de calor.Siguiendo el camino hacia arriba. Pasando el Puente Negro, tomamos la Ruta 4 y recorremos, a pie, más de 2,5 kms. (pueden ser 2 o 3 hs) de camino ascendente.Llegamos a la zona de la Horqueta, donde el camino se estrecha y se accede a la cascada caminando por el río. En ese ámbito se aprecia una variada vegetación y diversidad de aves silvestres.Ahora el viaje toma sentido inverso. Por Ruta 9, volvemos con sentido a “la Tacita de Plata”.Subimos, bajamos, nos mojamos, caminamos, nos aventuramos, tenemos fotos encuadradas en el alma…Un nuevo descanso nos espera; porque decir Jujuy, es decir mil destinos…Hasta el próximo capítulo.

Caminata por Tiraxi. Foto: Dirección Provincial de Prensa de Jujuy
Angosto de Jaire
Angosto de Jaire
Angosto de Jaire

𝗔 𝗝𝗨𝗝𝗨𝗬 𝗦𝗜𝗘𝗠𝗣𝗥𝗘 𝗦𝗘 𝗩𝗨𝗘𝗟𝗩𝗘

En el marco de la pandemia COVID-19, pueblo y provincia lograron que se autorice a los jujeños, a partir del 22 de mayo, a realizar turismo interno.Pero vos, que sos jujeño y estás lejos; o vos, que no sos de allá, pero amas tanto a nuestra provincia como nosotros, no te vas a quedar sin disfrutar los paisajes, sabores, colores, sonidos… de Jujuy.Prepara los sentidos, así continua nuestra serie:

𝗭𝗢𝗡𝗔 𝗗𝗘 𝗩𝗔𝗟𝗟𝗘𝗦𝐂𝐚𝐩í𝐭𝐮𝐥𝐨 2

HOY: 𝙏𝙞𝙚𝙧𝙧𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙚, 𝙥𝙖𝙜𝙤 𝙙𝙚 𝙜𝙖𝙪𝙘𝙝𝙤𝙨 𝙮 𝙚𝙨𝙥𝙚𝙟𝙤𝙨 𝙙𝙚 𝙖𝙜𝙪𝙖.”

…𝘦𝘯 𝘴𝘶𝘴 𝘤𝘢𝘭𝘭𝘦𝘴 𝘴𝘦 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢, 𝘭𝘰 𝘲𝘶𝘦 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘭𝘢𝘮𝘢𝘯 𝘢𝘮𝘰𝘳, 𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘤𝘪𝘦𝘯 𝘢ñ𝘰𝘴 𝘵𝘪𝘦𝘯𝘦 𝘴𝘶 𝘳𝘪𝘤𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘺 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘤𝘰𝘧𝘳𝘦 𝘥𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰, 𝘨𝘶𝘢𝘳𝘥𝘢 𝘮𝘶𝘤𝘩𝘢𝘴 𝘫𝘰𝘺𝘢𝘴 𝘦𝘯 𝘴𝘶 𝘮𝘦𝘮𝘰𝘳𝘪𝘢. 𝘚𝘶 𝘦𝘴𝘵𝘪𝘳𝘱𝘦 𝘨𝘢𝘶𝘤𝘩𝘢 𝘤𝘰𝘯 𝘦𝘭 𝘵𝘪𝘦𝘮𝘱𝘰 𝘢ú𝘯 𝘱𝘦𝘳𝘮𝘢𝘯𝘦𝘤𝘦 𝘪𝘯𝘤ó𝘭𝘶𝘮𝘦…”(1)Luego de maravillarse con los verdes que abrazan la ciudad, hacemos un alto en el viaje para explorar la actividad cultural de la zona.En Jujuy se respira poesía, por donde se camine. En supermercados, comercios, oficinas, nuestro folklore es el sonido principal. Melodías de cañas, charangos, guitarras, acompañan letras que hablan de cerros, paisajes inmensos, la gente, el amor, el carnaval, la historia…Encontrará el viajero, una variedad de peñas y recintos con peculiares características. No es necesario alejarse demasiado del centro cívico de San Salvador para disfrutar de las tan renombradas empanadas y acompañarlas con el canto tinto de algún músico de los nuestros.Si lo que se busca es llevar algún recuerdo, la ciudad ofrece el Paseo de los Artesanos, en la Av. Urquiza, enmarcando el Centro Cultural Manuel Belgrano (Ex estación de trenes). En los alrededores de la Plaza Belgrano, también encontramos puestos de venta de artesanías y artículos regionales. Se suman también emprendimientos montados en el microcentro.Pero, a descansar que, al día siguiente, debemos seguir el recorrido.Ya sea en vehículo propio o en transporte público, estamos prestos para continuar nuestro paseo. Cabe recordar que, además de los colectivos urbanos e interurbanos, Jujuy cuenta con un servicio alternativo y legal, de taxis compartidos, con diversos destinos fijos. Nuestro próximo destino, es uno de ellos.Avanzamos con dirección al acceso sur, pasamos por el Estadio 23 de agosto, de nuestro Gimnasia y Esgrima de Jujuy, hoy en la B Nacional y con gran pasado en primera. Seguimos por ruta 9 y vemos la zona de boliches, por ordenanza municipal establecidos fuera del casco urbano.Ya más alejados de la ciudad, atravesamos el popular Barrio Alto Comedero, un conglomerado urbano con todos los atributos para ser ciudad. Es reconocida su feria de artículos usados, destacándose la de ropa.Otros aires se respiran al dejar atrás la ciudad. El camino nos va adentrando a la tierra gaucha donde nació Jorge Cafrune.De hecho, al ingresar al pueblo, yendo desde San Salvador, nos encontramos con la primera parada: la rotonda donde se emplaza el monumento a Jorge Cafrune, el cantor, bandera de la lucha y camino a seguir de tantos juglares de estas tierras.“𝘌𝘭 𝘊𝘢𝘳𝘮𝘦𝘯 𝘴𝘪𝘨𝘯𝘪𝘧𝘪𝘤𝘢, 𝘦𝘯 𝘭𝘦𝘯𝘨𝘶𝘢 𝘦𝘴𝘱𝘢ñ𝘰𝘭𝘢, 𝘭𝘶𝘨𝘢𝘳 𝘥𝘦 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘦𝘴 𝘷𝘢𝘭𝘭𝘦𝘴, 𝘥𝘦 𝘢𝘨𝘶𝘢𝘴 𝘤𝘭𝘢𝘳𝘢𝘴, 𝘺 𝘥𝘦 𝘤𝘢𝘮𝘱𝘰𝘴 𝘧𝘭𝘰𝘳𝘪𝘥𝘰𝘴” … (2)Pecamos si no hacemos un alto en el viaje para probar sus tradicionales buñuelos, con miel de caña y acompañados por api (bebida regional). En otro capítulo, recordaremos estas recetas y las ilustraremos con tentadoras imágenes.Sus calles, su plaza, su iglesia y su gente, pintan al visitante un paisaje de tradiciones, historia y religión. De hecho, las fiestas patronales en honor a la Virgen del Carmen, se viven con profunda fe, devoción y mucha alegría.Hoy, se encuentra en el Senado de la Nación, para su tratativa, la Ley que declarará Monumentos Históricos Nacionales, por parte de la Comisión Nacional de Museos, Monumentos y Lugares Históricos a: la Iglesia Nuestra Señora del Carmen, la Escuela Primaria N°6, Joaquín Carrillo, la plaza Domingo T. Pérez y su entorno.Conocida como la ciudad de los diques, El Carmen ofrece dos espejos de agua que invitan a aventurar el alma con deportes acuáticos, un picnic alrededor o simplemente perder la mirada en su clara profundidad.El dique La Ciénaga es el más preparado para la actividad turística y deportiva: canotaje y surf, son los atractivos principales para adentrarnos en sus aguas. La pesca de pejerrey, en días y horarios establecidos, es otro deporte de gran convocatoria.El viajero puede hacer un alto en el camino y preparar un asado en el Balneario “Pozo del Algarrobo” y luego disfrutar de su pileta. Cabe recordar que este espacio, cuando llega febrero, es escenario del festival homenaje a Jorge Cafrune. Para esta fiesta, cientos de gauchos marchan desde San Salvador en homenaje al “turco”.El Dique Las Maderas se relaciona más con el pescador, su soledad, la sapiencia al momento de “tirar la caña”, el acullico compañero y esos rituales que rodean a la pesca.Luego de pasar el día en los diques, con el sabor a soufflé de pejerrey y buñuelos, tomamos la Ruta Provincial 47 y en quince minutos, estaremos en Ciudad Perico.Con similares características urbanas a las que ofrece El Carmen, Perico se destaca por las plantaciones de tabaco, una de las principales actividades económicas de la región y la provincia. Al respecto, destacamos a la Cooperativa de Tabacaleros de Jujuy, quien fuese la principal exportadora, del país, del tabaco Blue Virginia.Otro eje destacado de Perico es la feria mayorista y minorista, donde sabores regionales perfuman productos con precios únicos en el mercado.Al igual que en El Carmen, en esta ciudad está muy arraigada la Fe. Los periqueños honran a San José, su patrono, y su serenata, es una de las festividades más grandes de la provincia.Para el carnaval, sus crecientes corsos, convocan gran cantidad de público, de toda la provincia.El Club Talleres, gloriosa institución con múltiples laureles, es ícono de la pasión futbolera de la ciudad.El tabaco nos marca el camino para continuar. Entre plantaciones y sonidos de guitarras, nos vamos al pueblo de manos labriegas, de tabaco y canto: Monterrico.Conocida como “La Capital del Tabaco”, es escenario del Festival Nacional del Tabaco, uno de los encuentros de música folklórica más importante del Norte. Las honras a la Virgen de las Mercedes y a San Isidro Labrador, acentúan la fe de estos lugares.Luego, guiados por la música y los festivales, podemos seguir viaje hacia San Antonio, pueblo tradicionalista, anfitrión del Festival del Quesillo y el Folklore, que recibió en su escenario a innumerable cantidad de artistas locales y nacionales.Los artesanos de este pueblo, trabajadores en cuero, son muy reconocidos dentro y fuera de la provincia.Típicos son sus encuentros para el carnaval, donde la música, en su mayoría, es folklórica, los bailes son al aire libre y se acompañan de asado.Pialada, señalada y marcada, son actividades históricas de los gauchos de la zona, que pueden apreciarse en San Antonio.La fe y la devoción en este pueblo, se manifiestan en las honras a la Inmaculada Concepción de María.La aventura, el trekking y el avistaje de aves, es un gran atractivo de la zona. Se hace presente en el Cerro Negro, pero eso será parte del capítulo referido al turismo de aventura… ¡no te lo pierdas!Luego de este paseo intenso por la bravura de los valles gauchos, llevamos nuevamente al viajero hacia las aguas de otro de nuestros diques.El canotaje, es la principal búsqueda en este espejo de agua llamado: “Dique Los Alisos”, distante a 17 km de la capital. Circundado de cerros, Los Alisos es una “nueva urbe”, encaminada a ser lugar de fin de semana y esparcimiento. Ambiente ideal para despejarse de la rutina y la cotidianeidad, realizando cabalgatas, caminatas o, simplemente, haciendo nada.Muy cerca de aquí, encontramos el pintoresco pueblo de La Almona, lugar que regala paz. Ideal para pasar el día ensimismado, conectado a la naturaleza.“𝘝𝘢𝘭𝘭𝘦 𝘥𝘦 𝘢𝘻𝘶𝘭 𝘺 𝘥𝘦 𝘷𝘦𝘳𝘥𝘦𝘴, 𝘢𝘳𝘰𝘮𝘢𝘴 𝘥𝘦 𝘶𝘯𝘢 𝘭𝘦𝘺𝘦𝘯𝘥𝘢…” (3)Es momento de descansar. No es extensa la geografía de Jujuy, pero su menú de paisajes, es infinito. La ciudad nos espera otra vez.Soñaremos bajo un cielo lleno de estrellas y al amanecer, tras los cerros, se presentará un nuevo destino..CITAS:1 y 2- Fragmentos del poema: “Postal Carmense” de Donato David Puentes3- Fragmento de la canción A Jujuy siempre se vuelve, de Jorge Hugo Chagra

Dique Las Maderas, Foto Martín García Moritán.
El Carmen, Plaza Domingo Teófilo Pérez, monumento a Jorge Cafrune. Foto Orlando Jaramillo
Hoco colardo. Foto Martín García Morán
El Sunchal, donde nació Cafrune. Foto Magdalena Grau Alcobedo.
Alrededores de San Antonio. Foto Martín García Moritán
Plaza de San Antonio. Foto Municipalidad de San Antonio.
Dique La Ciénaga. Foto Martín García Morán.