El tiempo pasa y aún nos encuentra en casa, cuidándonos y cuidando los nuestros. Con la esperanza de estar haciendo lo correcto. Con la fe puesta en quienes trabajan para crear la vacuna. De a poco, el esfuerzo va mostrando frutos… Mientras tanto, nosotros te seguimos mostrando nuestra provincia…

A Jujuy siempre se vuelve

Capítulo 19

Hoy:

Humahuaca de tapiales, pircas y antigales (1): visitamos Inca Cueva y Tres Cruces

Nuestro viaje continúa en un recorrido por las entrañas de la historia, mitos y leyendas de la Quebrada de Humahuaca.

A 48 kms. de la ciudad, hacemos nuestra primera parada. Vamos a viajar en el tiempo, aproximadamente 10 mil años atrás. En Inca Cueva, nos esperan restos arqueológicos de la antigüedad…

El punto de inicio de esta travesía, y primera referencia histórica, es el puente ferroviario conocido como “La Bóveda”, construido en piedra durante mediados del siglo pasado, en pleno auge del ferrocarril en Jujuy, y que dejó de cumplir su principal función a mediados de los ‘90s. Hoy, sirve de portal de inicio para la travesía. (2)

Chulina, Chulinita y Rosalía, las tres momias que “custodian” el lugar nos dan la bienvenida a esta maravilla de la arqueología. ¡Ojo! No son cualquier momia: Rosalía es, quizás, la momia natural más antigua del mundo (6080 aproximadamente).

Este paseo se presta para hacerlo caminando, por lo que se recomienda: salir en horas de la mañana, para aprovechar la luz del día, ya que es un recorrido de varias horas de caminata. Llevar protector solar, algo que proteja la cabeza, y mucha agua para hidratarse.

Desde Humahuaca se puede ir en auto, en un viaje de media hora. Después, bordeando matices colorados, por la orilla del río, llegamos al lugar histórico: una gruta de alrededor de cuarenta metros de largo, cinco de profundidad y alrededor de diez metros de alto, con la casi totalidad de sus paredes y techos cubiertos de pictografías en los colores blanco, rojo y negro, formando figuras geométricas y animales diversos, entre los que predominan las llamas. (3)

Las cuevas guardan un secreto en su interior: más de 200 pictografías de 10.000 años de antigüedad. En su mayoría son representaciones geográficas y círculos que simulan ser soles y ojos. (4)

Un puestero nos guiará por la historia…

Siempre que se tenga la intención de explorar estos lugares, es menester contar con la guía de los lugareños, celosos celadores del histórico paisaje.

Continuamos el viaje… El asombro aflora y el conocimiento se enriquece.

Nuestro próximo destino es Tres Cruces, pueblo ubicado en el departamento Humahuaca, distante a 57 kms. de la ciudad homónima; se encuentra a 3.693 msnm.

Asentado en el altiplano, constituye a la vez,  el vértice superior de la Quebrada de Humahuaca, por lo que tanto el clima como la orografía y el paisaje son una transición entre ambas regiones.

Como muchos pueblos del país, nacieron con la llegada del ferrocarril, por ello, el 3 de mayo de 1906, con el nacimiento de la estación ferroviaria, se tiene por el día de la fundación de Tres Cruces.

La actividad minera, encontró en sus vagones el modo de transportar el mineral, y tras la primera mitad del siglo pasado,  la localidad fue un importante centro de población y de trabajo. Era el punto de encuentro para los obreros que llegaban a trabajar,  en la que supo ser la segunda mina más importante de Sudamérica: “mina El Aguilar”, de donde se extrae plomo, plata y cinc. Remarcamos que, la empresa que explota ese recurso, es pionera en el país y cuenta con 90 años de trayectoria.

El Aguilar, sitio donde se encuentra esta mina, se destaca por ser uno de los “centros urbanos” (algo más de 3600 habitantes) más elevado del país (3980 msnm).

El 3 de mayo, en una peregrinación, vecinos y residentes que vuelven de visita,  llevan en andas a su patrona,  la Virgen de Fátima. Suben hasta las tres cruces que hay a media ladera, para encender  velas a sus pies y celebrar allí la santa misa.

Tres Cruces tiene, entre sus atractivos naturales y turísticos dos formaciones únicas para visitar:

Antes de llegar al pueblo, sobre la Ruta Nacional 9, se encuentra el Espinazo del Diablo, formación que data de 65 millones de años.

Las fotos que se obtienen acá, tienen la particularidad de brillar, por las tonalidades ocres y terrosas, que bañan de oro el paisaje.

Estos cerros están unidos por un puente natural de piedra conocido como “El Puente del Diablo”

Su nombre se debe a una historia de las tantas que hay en la puna en tiempos de guerra…

Dicen que venía una compañía de soldados con su jefe, huyendo. Era tiempo de guerra. El enemigo los perseguía. Llegaron al primer cerro y no tenían paso para seguir. No podían saltar los caballos de un cerro al otro porque abajo había precipicio. Cuando el jefe calculó que los iban a matar los enemigos, en la desesperación, dijo: —Siquiera viniera el diablo y me tirara un puente, le daría el alma. Estaba oscureciendo. Ahí mismo se presentó un hombre a caballo, y le dijo que “qué se le ofrecía”, que él era el diablo. Y el jefe le dijo que al diablo le daría el alma si los hacía pasar. El diablo le dijo que si él terminaba el puente antes que el gallo cantara por tercera vez, era de él su alma y se lo llevaba, y que si no podía terminarlo, se salvaba. El jefe aceptó.

La noche se había hecho muy oscura y los soldados oyeron que cientos de hombres picaban la piedra y trabajaban en el aire, entre los cerros. Trabajaron toda la noche los trabajadores del diablo.

Pasada la media noche, se oyó el canto de un gallo, de un puestito lejano. Se oyó entonces que redoblaba el repiqueteo de los picos en la piedra. Al rato, se oyó el segundo canto del gallo, y más fuerte se oía el trajín del diablo. Ya albeando, vieron los soldados, desesperados, que sólo faltaba un jeme para que la punta del puente tocara el otro cerro. En ese momento se oyó el tercer canto del gallo, y como un milagro se acabó el trabajo. Se oyó una gran explosión y se vio una humareda con olor a azufre, y desaparecieron todos los diablos. Se salvó así el jefe y sus soldados porque durante toda la noche habían estado, rezando y haciendo promesas a los santos de los que eran devotos.

Con la luz del día pudieron pasar y dispararon antes que llegara el enemigo.

 Así quedó formado el Puente del Diablo.

Nuevamente la propuesta tuvo que ver con el conocimiento. Explorar, andar, sentir, lo que se gestó hace miles de años en estas tierras. Siempre es necesario indagar sobre el origen, para transmitir el presente.

Seguimos norte adentro, vamos subiendo, cerro arriba.

Hagamos un descanso y, en el próximo capítulo, hay más Jujuy para explorar.

Referencias:

  1. Palabras hiladas en la canción Jujeñito, de Fortunato Ramos y Mario Álvarez Quiroga.
  2. Fragmento de publicación del diario El Tribuno de Jujuy, fecha 18 de diciembre de 2018
  3. Fuente: www.pueblosoriginarios.com
  4. Fuente: www.descubrirturismo.com
Inca Cueva- Foto: Publicada en Facebook “Inca Cueva”
Inca Cueva- Foto: Publicada en Facebook “Inca Cueva”
Inca Cueva- Foto: Publicada en Facebook “Inca Cueva”
Inca Cueva- Foto: Publicada en Facebook “Inca Cueva”
Inca Cueva- Foto: Publicada en Facebook “Inca Cueva”
Inca Cueva- Foto: Publicada en Facebook “Inca Cueva”
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Tres Cruces- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani
Punte del Diablo- Foto: Sergio Mamani