El 20 de noviembre se celebra el “Día de la Soberanía Nacional” con el fin de conmemorar una de las epopeyas argentinas más importante de la historia: el Combate de la Vuelta de Obligado.

El 20 de noviembre de 1845, se produjo sobre el río Paraná, en la zona de San Pedro, un enfrentamiento entre la Confederación Argentina, comandada por Juan Manuel de Rosas, y una escuadra anglofrancesa, la más poderosa del mundo, que pretendía controlar la navegación de los ríos.

El general Lucio Mansilla estuvo al frente de esta resistencia: ordenó desplegar alrededor de 160 cañones en la margen derecha del río, hizo tender tres gruesas cadenas de costa a costa, apoyadas en más de veinte lanchones, muchos de ellos cargados de explosivos y dispuso, en ambos lados de la costa, a cuantiosas milicias integradas principalmente por gauchos, acompañados también por mujeres.

El número de fuerzas enemigas superaba ampliamente en cantidad y modernización al armamento argentino que, sin embargo, no se amedrentaron y batallaron durante siete horas. De este modo, lograron que las tropas adversarias no pudieran ocupar las costas, objetivo necesario para poder adentrarse en el territorio argentino.

La batalla de la Vuelta de Obligado tuvo una enorme repercusión en el continente: la resistencia popular fue elogiada con creces por haberse enfrentado a las potencias extranjeras más poderosas de ese entonces. Cada 20 de noviembre se conmemora justamente esa tenaz resistencia popular, como así también el derecho de nuestro país de tomar decisiones autónomas.

La fecha fue instaurada por pedido del historiador José María Rosa y se oficializó por medio de la Ley 20.770, en 1974.