El Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo estableció en 1989 el Día Mundial de la Población, cuando la Tierra superaba los cinco mil millones de habitantes.

Con la conmemoración, se pretende centrar la atención en la urgencia e importancia de las cuestiones relativas a la población.

La población mundial alcanzó los 7.000 millones en 2011, frente a los 2,5 millones registrados en 1950. Este gran aumento en el número de habitantes del planeta conlleva grandes retos y oportunidades, y afecta a la sostenibilidad, el urbanismo, el acceso a los servicios de salud y el empoderamiento de los jóvenes.

De esos 7.000 millones, 1.800 son los jóvenes del mundo, que definen las realidades sociales y económicas, desafían las normas y los valores, y sientan las bases del futuro. Sin embargo, muchos de ellos siguen luchando contra la pobreza, las desigualdades y las violaciones de los derechos humanos que les impiden desarrollar su potencial colectivo y personal.

La conmemoración de este día, tiene como objetivo centrar la atención de los pueblos en la importancia de los problemas demográficos, en particular, en el contexto de los planes y programas de desarrollo. La necesidad de encontrar soluciones urgentes a dichos temas compromete a la humanidad a la reflexión en la propia comunidad, región, país y planeta, y a tomar decisiones personales que le den forma.